En el mes de abril estuvimos por tierras lusas. Durante 6 días recorrimos Lisboa, Oporto, Cascais y Sintra. Un viaje en el que pudimos disfrutar de la gastronomía y aprender (un poco) sobre los vinos de Oporto. En este post nos centraremos únicamente en nuestros días en Oporto que fueron lo mejor del viaje por el encanto que tiene esta ciudad, por lo mucho que disfrutamos de la gastronomía y por los lugares tan curiosos que descubrimos.
La ciudad de Oporto vive de cara al río y de frente a su municipio vecino, Vila Nova de Gaia. Como otros tantos ríos, el Duero, también hace de límite político. Famosa esta ciudad por sus dulces vinos, los vinos de Oporto, el caso es que las bodegas más populares no están en Oporto, si no en la otra orilla del río, un término que pertenece al municipio de Vila Nova de Gaia.
Lo primero que nos sorprendió al llegar a Oporto (amén de los inexplicables peajes de autopista) fue el caos circulatorio de esta ciudad, a lo que hay que sumar los inesperados tranvías. Toda una odisea llegar al hotel (Hotel Moov, en plena Plaça da Batalha) de forma civilizada, respetando los límites de velocidad y la señales de tráfico...
Lo primero que nos sorprendió al llegar a Oporto (amén de los inexplicables peajes de autopista) fue el caos circulatorio de esta ciudad, a lo que hay que sumar los inesperados tranvías. Toda una odisea llegar al hotel (Hotel Moov, en plena Plaça da Batalha) de forma civilizada, respetando los límites de velocidad y la señales de tráfico...
Además de cafés y bodegas centenarias, en Oporto se puede comer "a fartar". Nuestra experiencia en esta ciudad fue bastante buena. Sin planificar mucho ni tirar de TripAdvisor, pudimos encontrar sitios muy chulos en lo que comimos y bebimos muy bien. Aquí os dejamos la reseña de nuestros favoritos:
Cantina 32
En plena Rua das Flores. www.cantina32.com Para cenar o comer de forma informal. Es un restaurante con un estética muy peculiar en el que no debe importante compartir mesa larguera con otras personas.
Nuestra elección: Croquetas con salsa de miel y mostaza, champiñón Portobello con queso de cabra caramelizado y compota de piquillos y ensalada de lechuga iceberg con salmón ahumado, naranja, sésamo e hinojo. El vino, un tinto Avidagos Lote 138 D.O. Douro muy suave y rico. De aperitivo una mantequilla de plátano que me recordó a la Natacha de toda la vida y unas olivas. Y de postre una cheesecake de plátano de lo más original (la maceta de foto). Recomendable y buen precio.
Restaurante Traça
También en plena Rua das Flores, cerca ya de la ribera del Duero. Traça es un restaurante más formal para cenar o comer a la carta.
También en plena Rua das Flores, cerca ya de la ribera del Duero. Traça es un restaurante más formal para cenar o comer a la carta.
No teníamos mucha hambre (cosa rara), así que pedimos un plato para cada uno: lomo de jabalí con queso de cabra y foie sobre compota de frutos rojos y crema de manzana con patatas paja; y hojaldre de dorada con verduritas en salsa de erizo de mar. Ambos platos eran de escándalo y no sabría decir cuál de los dos estaba mejor.
De postre una tarta de dos chocolates, que con la emoción no nos dio tiempo ni a fotografiar (estaba deliciosa). De aperitivo una mantequilla salada muy buena. Para beber un vino verde muy fresco. Una cocina elaborada y con una presentación diferente y un servicio muy profesional.
Advierto que las fotos no hacen nada, pero nada de justicia ;)
De postre una tarta de dos chocolates, que con la emoción no nos dio tiempo ni a fotografiar (estaba deliciosa). De aperitivo una mantequilla salada muy buena. Para beber un vino verde muy fresco. Una cocina elaborada y con una presentación diferente y un servicio muy profesional.
Advierto que las fotos no hacen nada, pero nada de justicia ;)
Sardinas y francesinhas
No, esto no es un restaurante. Las sardinas a la plancha son un plato que puedes encontrar en muchos restaurantes de Portugal. Vimos a tanta gente comiendo las sardinas a la plancha que aunque no estaba entre nuestros objetivos gastronómicos, al final nos decidimos y las probamos. Estaban muy ricas y nos quedamos con ganas de repetir.
Pero lo más popular de la gastronomía de Oporto, no son las sardinas, son las francesinhas . Las francesinhas las puedes encontrar en cualquier rincón de Oporto, todos los bares, cafeterías, etc, presumen de tener la mejor francesinha de Oporto, que no es más que un gran sandwich con rellenos bastante variados y contundentes (nuestra francesinha llevaba salchicha fresca, chorizo, filete, jamón york y huevo frito), que va recubierto de queso fundido y acompañado de patatas fritas con salsa especial de la casa que cada cocinero elabora con su toque especial.
Las podéis encontrar con gran variedad de rellenos: vegetales, de pollo, de pescado, etc. Estaba rica, no es una gran elaboración,y como todo, depende de la calidad de los ingredientes que utilices. Hay que probarlas.
No, esto no es un restaurante. Las sardinas a la plancha son un plato que puedes encontrar en muchos restaurantes de Portugal. Vimos a tanta gente comiendo las sardinas a la plancha que aunque no estaba entre nuestros objetivos gastronómicos, al final nos decidimos y las probamos. Estaban muy ricas y nos quedamos con ganas de repetir.
Pero lo más popular de la gastronomía de Oporto, no son las sardinas, son las francesinhas . Las francesinhas las puedes encontrar en cualquier rincón de Oporto, todos los bares, cafeterías, etc, presumen de tener la mejor francesinha de Oporto, que no es más que un gran sandwich con rellenos bastante variados y contundentes (nuestra francesinha llevaba salchicha fresca, chorizo, filete, jamón york y huevo frito), que va recubierto de queso fundido y acompañado de patatas fritas con salsa especial de la casa que cada cocinero elabora con su toque especial.
Las podéis encontrar con gran variedad de rellenos: vegetales, de pollo, de pescado, etc. Estaba rica, no es una gran elaboración,y como todo, depende de la calidad de los ingredientes que utilices. Hay que probarlas.
Mercado de Bolhao
Cerca de la comercial Vía Formosa, está el mercado más auténtico de Oporto, el mercado del Bolhao, en uno de los edificios vivos más decadentes de la ciudad. A pesar del aspecto casi insalubre que impera en este mercado, el Bolhao es una visita que recomendamos.
Cerca de la comercial Vía Formosa, está el mercado más auténtico de Oporto, el mercado del Bolhao, en uno de los edificios vivos más decadentes de la ciudad. A pesar del aspecto casi insalubre que impera en este mercado, el Bolhao es una visita que recomendamos.
Un lugar en el que la imagen de dejadez absoluta se muestra en cada esquina. Aquí se pueden ver puestos fundamentalmente alimentos, frutas, verduras, hortalizas, etc, atendidos por vendedoras ancianas, pero también hay puestos de pescado, donde nunca se te ocurriría comprar, o tiendas de gallinas vivas, en las que también es posible que se sacrifiquen al momento allí mismo, si prefieres ahorrarte trabajo. El mercado del Bolhao es un lugar tan curioso que se convierte en visita imprescindible.
Antes de visitar el Bolhao, podéis coger fuerzas en la cafetería del mercado. Un buen desayuno a base de zumo de naranja recién exprimido, café con leche y uno de esos cruasanes portugueses que están de muerte. Dos desayunos por 5 euros.
Bodegas Ramos Pintos
Curioso como os decíamos antes, es que las bodegas más famosas de Oporto (Ramos Pinto, Sandeman, Ferreira, Porto Calem, ...) no están en Oporto, si no, en Vila Nova de Gaia, justo en la otra parte del río, cruzando uno de los puentes más fotografiados, el Puente Luis I.
Aquí visitamos la Bodega Ramos Pinto fundada en 1880 por Adriano Ramos Pinto, un empresario al que yo denomino "un raro de la época" por algo tan simple como "diferenciarse de los demás". En la visita guiada, en un edificio espectacular, por sólo 6 euros se pueden visitar las oficinas originales donde se atendían los pedidos, que se mantienen intactas, con las etiquetas de las botellas antiguas, carteles publicitarios arriesgados y objetos de regalo de la época para los clientes, la oficina del fundador donde atendía a los mejores clientes y las bodegas donde envejecen los vinos vintage.
Con un corto video que proyectan al final de la bodega puedes ponerte al día sobre todo lo que concierne a los vinos de Oporto (clases de uvas, tipos de vinos, proceso de elaboración, etc), y con las impresionantes imágenes de sus viñedos te quedas con las ganas de visitarlos y seguir conociendo esta interesante cultura.
Esta visita termina, como no podía ser de otra manera, con una cata de dos vinos de la bodega: ruby y white. Sacrilegio turistear por Oporto y no visitar una bodega.
Curioso como os decíamos antes, es que las bodegas más famosas de Oporto (Ramos Pinto, Sandeman, Ferreira, Porto Calem, ...) no están en Oporto, si no, en Vila Nova de Gaia, justo en la otra parte del río, cruzando uno de los puentes más fotografiados, el Puente Luis I.
Aquí visitamos la Bodega Ramos Pinto fundada en 1880 por Adriano Ramos Pinto, un empresario al que yo denomino "un raro de la época" por algo tan simple como "diferenciarse de los demás". En la visita guiada, en un edificio espectacular, por sólo 6 euros se pueden visitar las oficinas originales donde se atendían los pedidos, que se mantienen intactas, con las etiquetas de las botellas antiguas, carteles publicitarios arriesgados y objetos de regalo de la época para los clientes, la oficina del fundador donde atendía a los mejores clientes y las bodegas donde envejecen los vinos vintage.
Con un corto video que proyectan al final de la bodega puedes ponerte al día sobre todo lo que concierne a los vinos de Oporto (clases de uvas, tipos de vinos, proceso de elaboración, etc), y con las impresionantes imágenes de sus viñedos te quedas con las ganas de visitarlos y seguir conociendo esta interesante cultura.
Esta visita termina, como no podía ser de otra manera, con una cata de dos vinos de la bodega: ruby y white. Sacrilegio turistear por Oporto y no visitar una bodega.
Café Majestic
Indispensable la visita al Café Majestic. Un café con historia. En la comercial calle de Santa Catarina. Paredes de madera tallada y espejos, bancos y sillas de piel, madera y mármol recuerdan los cafés con más estilo. No os emocionéis pidiendo, un lugar así hay que pagarlo, para muestra un botón: café sólo, 3 euros. A pesar del precio no puedes dejar de visitarlo.
Indispensable la visita al Café Majestic. Un café con historia. En la comercial calle de Santa Catarina. Paredes de madera tallada y espejos, bancos y sillas de piel, madera y mármol recuerdan los cafés con más estilo. No os emocionéis pidiendo, un lugar así hay que pagarlo, para muestra un botón: café sólo, 3 euros. A pesar del precio no puedes dejar de visitarlo.